lunes, 4 de mayo de 2015

A una soñadora mariposa.





A una soñadora mariposa.




A dónde vas mariposa, queriendo llegar al cielo
con tu apresurado vuelo que te sume en la locura.
¡Te eclipsarán las alturas y morirás por tú anhelo!

Tus alas son quebradizas mariposa de mi aurora.
Disfruta feliz las horas, en el jardín terrenal,
y no te ahogues en la mar de una ambigua soñadora.

No retes lo que atesoras con tu sin par osadía,
pues te veo niña mía con una venda en los ojos.
¡Ay que moriré de abrojos si sufrieras algún día!

No abras tus frágiles alas en las ráfagas de un viento
porque tomará en su aliento la fragancia de tu aroma.
y ceñirá en negra bruma los mares de tu lamento.

Ay niña, niña mimada, cuida de tus alegrías
pues suelen llegar los días cuando no sopla la brisa,
y no anida en la cornisa el ave de las fantasías.

No des tu soberanía a una fiera despiadada,
que aparece de la nada con saña y alevosía.
No desdeñes tu ambrosía por promesa desgarbada.

¿No sabes preciosa mía que tu ilusión enajena?
Tendrás la dulce condena que llevarás al final,
pues tu pasión visceral será una férrea cadena.

Por eso mariposa buena, en compases mesurados,
lleva en vuelo acompasado tu radiante juventud,
no te fragües una cruz de tus sueños desdichados.




2015.

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