Te
dejaré ser lo que tú quieres.
Si
sueñas con volar, te doy un cielo.
Más
no digas adiós porque me hieres.
Decir
adiós condenará un anhelo.
Te
dejaré mentir y diré que te creo.
Y
si llegas a odiarme, te adoraré por eso.
Más
no digas te amo si finges en el beso.
Será
la otra cárcel de un condenado reo.
Te
dejaré mirarme con los ojos cerrados,
y
diré que me miras con ternura.
Más
quédate conmigo sin premura,
no
me vuelvas de amor un desterrado.
Te
dejaré callar, aunque quiera escucharte
la
banal confesión de un fugaz yo te amo.
Porque
puedo jurarte que si tú amor reclamo,
es
porque nunca nadie sabrá cómo adorarte.
Nunca leí un poema de amor donde el hombre no sea voz cantante imponiéndose sobre la feminidad entregada, debes ser de otro planeta, sin duda
ResponderEliminarSiempre es una experiencia bella leerte
Noe