jueves, 9 de octubre de 2014

Sueños de mi infancia.

Allá en el tiempo, allá por la distancia,
donde se oculta el sol tras una nube,
se forjó la bella historia donde tuve,
un gran amor de loca infancia.

Fulgir cual un lucero fue su oficio,
y mis ojos su luz encandilaba.
Yo gritaba en silencio que la amaba,
y ella, en silencio me daba su desprecio.

Pasaron tantos años presurosos,
y una mañana, le vi llegar de prisa.
Y vi el asombro en su lánguida sonrisa,
y un negro velo en sus ojos candorosos.

Me contó en un instante de su vida.
Tantos amores que nunca regresaron.
Rumbos lejanos y puntos de partida.
Caminos largos que nunca transitaron.

Tras sus palabras, guardé un silencio frío.
¿Por qué dolía aquella historia loca?
Por qué importaba, si nunca fueron míos,
los voluptuosos contornos de su boca.

Y esa mañana, perdieron su fragancia,
las esperanzas de mi pasión tardía.
Yo la amé tanto, y la amo todavía,

con esos sueños nacidos en la infancia.

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