jueves, 2 de octubre de 2014

La vida es poesía.


Quién puede ser un poeta.
y quién una poetisa.
Y que aún de la ceniza
de una hoguera consumida,
logre encontrar la salida
en una puerta secreta.
 
¡Es la vida!

La que con suaves matices crea versos cada día.
La que nos trae alegría.
La que retuerce el camino.
La que nos traza el destino con su ambigua letanía.

Y en esa luz que nos baña de misterios las mañanas,
está la sabia temprana traducida en el rocío.
En el invierno y el frío que nos roba una alegría.
Porque también sin dudarlo, allí verás poesía.

Ella compone a la vida.
A la muerte y sus misterios.
Y hasta en los cementerios,
con sus tapias marmoladas,
también hallarás cifradas
las rimas de despedida.

Poesía, sonora o hueca.
De arte mayor o menor.
Que irradias como una flor
en la risa o en la mueca.

Eres vieja y juvenil.
Eres arte y sentimiento,
y habitas en el senil
murmullo de un pensamiento.
 
 

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