Quién
puede ser un poeta.
y quién
una poetisa.
Y
que aún de la ceniza
de
una hoguera consumida,
logre
encontrar la salida
en
una puerta secreta.
¡Es
la vida!
La
que con suaves matices crea versos cada día.
La
que nos trae alegría.
La
que retuerce el camino.
La
que nos traza el destino con su ambigua letanía.
Y
en esa luz que nos baña de misterios las mañanas,
está
la sabia temprana traducida en el rocío.
En
el invierno y el frío que nos roba una alegría.
Porque
también sin dudarlo, allí verás poesía.
Ella
compone a la vida.
A
la muerte y sus misterios.
Y
hasta en los cementerios,
con
sus tapias marmoladas,
también
hallarás cifradas
las
rimas de despedida.
Poesía,
sonora o hueca.
De
arte mayor o menor.
Que
irradias como una flor
en
la risa o en la mueca.
Eres
vieja y juvenil.
Eres
arte y sentimiento,
y habitas en el senil
murmullo de un pensamiento.
murmullo de un pensamiento.
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